viernes, 27 de septiembre de 2013

Por medio de la Biblia recibimos grandes bendiciones, Sus consejos son bendiciones.

                                                        Proverbios 8:32, 33.
Los versículos que estás viendo en la imagen fueron tomados de la versión de la Biblia: Reina Valera, 1960.
Hacé una lectura  y reflexioná sobre ellos.
Debemos agradecerle a nuestro Padre Eterno por Su cuidado y amor por nosotros, agradecerle por manifestarse por medio de la Biblia, por abrirnos los ojos, advirtiéndonos.
Te invito -entonces- a leer : "Y ahora, hijos míos, escúchenme; sigan mi ejemplo y serán felices. Atiendan a la instrucción; no rechacen la sabiduría." (lo que acabas de leer son los mismos versículos extraídos de la versión de la Biblia: Dios Habla Hoy).
Ahora empezá a meditar; meditar es como masticar un alimento. Tenemos que masticar, masticar, y recién después tragarlo, tenemos que saborear y disfrutar nuestro alimento, masticar bien ayuda a tener una mejor digestión, ¿verdad? Así ocurre con la Palabra de Dios ella será muy eficaz si la saboreamos bien, si lo hacemos así la asimilaremos. ¡ A meditarla ! Tenemos que pedirle a Él que por medio de Su Espíritu nos de entendimiento de lo que leamos. Y -por supuesto- Dios te brindará más entendimiento. Disfrutá la Palabra del Altísimo, dejá que Él te hable através de ella.
Tomemos -entonces- con gran seriedad los consejos de Dios, Sus enseñanzas, Sus palabras de ánimo, Sus exhortaciones, Su direccionamiento, etc, pues Él quiere nuestro bien, Él sabe lo que es mejor para nosotros.
Busquemos la sabiduría de lo Alto para que no andemos a oscuras en este mundo. De esta manera ya no andaremos más titubeantes.
Los preceptos de Dios son claros, firmes, y por siempre permanecerán.
¡Felices los que atienden los consejos del Altísimo! Leé la Biblia, no dejes de alimentar tu espíritu.
¡Glorias a Dios por siempre!

No hay comentarios:

Publicar un comentario