martes, 29 de noviembre de 2011

Un regalo inmerecido, un nuevo nacimiento. Y ahora ¡hasta estoy calzada!

La felicidad se hace una constante cuando ponés tu fe en Dios. ¿Por qué digo ésto? No solo porque lo he vivido sino porque la Biblia lo transmite, porque  muchísimas personas lo han descubierto, y etc, etc. Es verdad, muchas aún no lo aceptan, muchas no se arriesgan a descubrirlo, otras no quieren tomar una decisión, pero son libres y tienen sus derechos, y los respeto.
Pero mi obligación como cristiana es darte a conocer el Evangelio (las Buenas Nuevas de Salvación) y ayudarte en todo lo que respecta a tu relación con Dios.
Lo que tú hagas con la información pasa a ser tú problema y pasa a hacerte -a ti- responsable ante tu Creador.
Un poco de historia.  Luego de cuatro años de depresión -después de haber engordado ¡21 kgs! dopo haber agotado mis fuerzas, after haber gastado mis emociones buscando hacer sentir bien a otras personas, depois de soñar tanto con una vida que descubrí que aquí no existe, apres de no tener fuerzas para casi nada
-cuando ya no tenía casi planes de futuro- mi vida dio un giro.
Cuando pude ver estaba marchando hacia un nuevo camino, un camino más lindo, un camino que no quiero abandonar jamás.
Por eso, hoy creo que siempre todo puede ser mejor.
¿Cómo ocurrió ese giro? Bueno, yo nací en un hogar donde se me enseñó la existencia de Dios. Cuando estaba pasando por esa prueba vivía lejos de mi familia y tenía 18 años. A los 22 recibí una tarjeta de una niña muy querida y días después un conocido me envió otra postal, el diseño de las tarjetas era diferente pero ¡el texto era el mismo! Estas personas no se conocían, además de ser de generaciones diferentes, pero ambos tuvieron la misma voluntad: desearme feliz cumpleaños. Pero uno de ellos se equivocó, me mandó la tarjeta 9 días después de la fecha. Uno me envió un 1ero y el otro el día 10 del mismo mes. O sea que tuve oportunidad de leerlo y nueve días después tuve nuevamente la oportunidad de recordarlo y releerlo.
Pero ...  ¿qué decía el texto?  En las dos tarjetas pude leer :
                          "Encomienda al Señor tu camino y confía en Él y Él actuará".      Salmo 37:5.
Como sabía de la existencia de Dios y sabía que Él me podía oír, como sabía de su poder total y que mi vida no andaba bien (porque no sabía cómo llevarla adelante), medité sobre el texto, me coloqué de rodillas y luego de hacerlo, dije: -"Mi Dios, tomá las riendas de mi vida porque no la se manejar". Pues fue lo que entendí al leer aquel versículo bíblico. Nueve días después me llegó la otra postal, la leí y dije: "Dios tomá el timón de mi barco que no lo se manejar". Y Dios quien todo lo sabe, sabe a quién solamente me inclino. A mí me habían enseñado sobre un Dios trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Él sabía que yo me había encomendado a Él, Dios sabía que que yo estaba haciendo aquello de corazón. Y pronto mi vida empezó a cambiar (mi ánimo, mi forma de pensar, mi forma de ser, mis horas de sueño, mi peso. Empezaba a tener verdadera paz, ... , comencé a ser libre, realmente).
Pero todo tiene su tiempo, lo dice la Biblia. Para que pudiera andar realmente por ese camino me faltaba escuchar las buenas nuevas de salvación. Y eso sucedió un 23 de marzo del año ..., cuando alguien muy especial compartió conmigo el evangelio (buenas nuevas) y me invitó a hacer una oración para aceptara a Jesús como mi Señor y Salvador personal.  A partir de ese momento pasé a ser una nueva criatura. ¡Las cosas viejas pasaron! Y vengo dando un pasito tras otro, pero ya no camino sola. Ahora yo también estoy calzada, tengo unos zapatos especiales  (de 'soldado') para que pueda llevar el mensaje del evangelio, para que pueda anunciar el mensaje de la paz, para que pueda estar firme. (Efesios 6:15). Recibí varias herramientas más para avanzar con audacia por este nuevo camino.  Este camino no es amplio, es un camino angosto. Y valiosísimo para mí. Se que para Dios soy alguien especial. Ya conozco Sus promesas y se que Él es fiel cumplidor¿Y la depresión? quedó en aquel camino que antes transitaba, ahora se que Felicidad empieza con FE (pero no en mí, ni en otros) en Dios, en el Dios trino de la Biblia.
Muchas cosas nuevas, maravillosas y diferentes me han ocurrido, después te las iré contando. Vi situaciones muy llamativas involucrando a otros, también he escuchado y leí testimonios ¡increibles!. Realmente, es otra vida.
Si querés dar el paso de entregarle tu vida a Dios después podrás hacer la oración para aceptar a Jesús como tu Salvador. Pero primeramente tenés que buscar informarte, entender lo que dice la Biblia. Porque el Reino de Dios es muy valioso. y sobre todo porque Dios no fuerza a nadie a nada. Como dicen algunas personas: Él es todo un 'caballero' Tampoco debés actuar por desesperación. ¡Calma!!! Poco a poco, voy a compartir contigo sobre cuál es la voluntad del Altísimo.
Empezá a leer la Biblia. Ya es un buen comienzo, para experimentar una vida mejor. Conseguí una Biblia prestada, si aún no tenés una. Te recomiendo comprártela -si podés- es una gran inversión. Así incluso la podrás marcar o subrayar. ¿No te comprarías el libro más traducido del mundo? Pensalo así.
Después que acepté a Jesús como mi Salvador y como el Señor de mi vida -cuando pasé a tener el Espíritu Santo de Dios- se le quitaron a mis ojos el velo y comencé a entender la Palabra de Dios. Además antes de leer le pido a Dios que me de entendimiento y que me revele Su voluntad. Ella me habla al corazón, me muestra el camino por donde debo andar, me anima, consuela, aumenta mi valentía, me trae paz, y mucho, mucho, más. Comenzá a leerla, aunque te parezca no entender, empezá por el libro de Juan o por Proverbios. Pedile ayuda a quien ya la lée, tu historia empezará a cambiar.
Cualquier duda a tus órdenes. Que la gloria sea para Dios, por siempre.  Te encuentro aquí pronto.  Un abrazo.  Soy Celeste.