Lo que muchos padres en la actualidad olvidan es que los niños necesitan a Dios, como todo ser humano lo necesita. TODOS tenemos un espíritu y él también debe ser alimentado.
No impidamos que los niños vayan a Dios. Guiémoslos por el buen camino, solamente un camino lleva a Dios y cada niño tiene que saberlo.
Este libro es un buen regalo para hacérselo a tu amiga o amigo que necesita saber que sus hijos precisan también alimento espiritual, de este modo -por ejemplo- también tu amigo/a que está apartado podrá reflexionar sobre su propia vida. Si su niño es encaminado a Dios nunca se apartará de esa senda.
Tenemos que hacer notar que en la actualidad existen muchísimos 'raquíticos' espirituales que necesitan alimentarse.
Para mi este es un buen libro. Dios te bendiga.
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