domingo, 16 de septiembre de 2012

Hoy es ¡ DOMINGO ! Dios está esperando que des el paso que se supone que debes dar para que te pueda hablar y fortalecer.

Me gusta porque Dios así lo estableció, porque si no voy me siento menos gozosa, porque es importante oír la Palabra de Dios, vivir direccionada por Él, me gusta reunirme con quienes comparten mi mismo sentir, porque allí me fortalezco, me preparo para una nueva semana, salgo renovada, de allí salgo con ideas claras que quiero o debo llevar adelante. Me gusta congregarme porque soy -además de animada- exhortada cuando lo estoy necesitando, muchas veces salgo sin el dolor físico con el que fui, o sin la pena que guardaba mi corazón, me gusta ir a tu casa pues allí canto y ¡ hasta mi voz ! es otra.
Cuando me congrego se reafirma la Palabra en mi y Dios le habla a mi corazón maravillosamente, y siento -claramente- que mi ciudadanía no está aquí, reafirmo mi conocimiento de que las cosas viejas pasaron, se hace aún más firme en mi que TODO es posible para el que cree y experimento ( fuertemente ) en mi corazón que Jesús es el autor y consumador de mi fe.
Cuando estoy con mis hermanos en la fe recuerdo, a cada segundo, que nosotros TODO lo podemos EN CRISTO que nos fortalece.
Cuando me congrego estoy OBEDECIENDO y RECIBIENDO todo ésto y ¡ mucho más !
Antes, los domingos sentía un gran vacío, ahora puedo entender el porqué. Dios había preparado algo valioso para mí y yo no lo estaba disfrutando.
Las primeras veces que empecé a congregarme ( a reunirme con otros que creían y buscaban lo mismo que yo ) no sentí ésto con tanta claridad, pero cuando los días empezaron a correr esta certeza se fue haciendo más y más firme en mi corazón.
Actualmente no solamente sé sino que lo experimento, no tengo dudas de que ir a la casa de Dios es una necesidad del ser humano y que te brinda 'maravillas' para iniciar con sabiduría, fuerza y protección tu nueva semana. Se que si esa necesidad no se llena uno se siente vacío, incompleto, más expuesto y sin rumbo cierto, además que no se está obedeciendo a Dios.
Todo tiene su tiempo, si recién comienzas te digo que verás cómo el Altísimo operará maravillas en tu vida si vas con el corazón abierto buscando que Dios te hable allí a ti por medio de Su Palabra.
Yo oro para que Dios use al predicador para direccionarme, exhortarme, etc, y busco que nada aparte mi atención de lo que estoy oyendo. Cuando regreso busco pensar en lo que oí, porque eso le sigue hablando a mi corazón, y le pido a Dios que me ayude a llevarlo a la práctica.
Espero que ésto te auxilie si recién das tus primeros pasos en el 'camino angosto' que nos lleva a Él.
Dios te bendiga, que la gloria sea para el Dios de la Biblia -el único Dios- por siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario