Cuando lo alabamos lo estamos honrando. Le estamos expresando lo complacidos que estamos en ser sus Hijos y siervos (pues queremos y debemosservirle).
Podemos alabarlo cuando estamos en un mismo espíritu, con música, instrumentos, con palabras, con las palmas, con lágrimas, alzando las manos al cielo, ....
Cuando alabamos a Dios lo enzalsamos.
Puedo alabarlo como forma de gratitud por haberme beneficiado, pero lo alabo verdaderamente cuando lo hago porque lo conozco, porque se de sus atributos.
Alabar a Dios es admirarlo y sentir la necesidad de expresarlo externamente de alguna manera visible o audible.
Lo alabamos por ser Dios, por ser como es, por sus atributos, etc.
Puedo estar viviendo un mal momento pero aún así lo alabo porque creo que Él es Dios, porque lo amo, lo conozco, porque tengo fe en Él, en este caso lo estoy alabando aunque esté en pruebas y es lo que se llama sacrificio de alabanza. En esa situación no lo estoy alabando por haberme concedido un anhelo de mi corazón, lo estoy haciendo por ser quien es, y esa es la verdadera alabanza.
Hebreos 13:15. Salmos 150:1 al 6. Salmos 107:8 y 9. Salmos 34:1 al 3. Salmos 30:11 y 12. Salmos 103:2. Etc, etc, ...
La gloria será para Dios por siempre.
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