viernes, 8 de febrero de 2013

La muerte (física) para el cristiano.

                                 1 Tesalonicenses 4:13-18.
Biblia : Reina-Valera 1960 (RVR1960).
La venida del Señor.
13. Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
14. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
15. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
16. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
17. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
18. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

Cuando una persona escucha el evangelio y decide dejar su vida de pecado atrás (arrepentimiento) y acepta de corazón a Jesús como su Señor y Salvador personal -como lo establece la Biblia- surge una "nueva criatura" que comienza a querer conocer más y más a Dios, y lo que Él planea para el ser humano, para su vida. Empieza a leer la Biblia, para conocer más de Su voluntad, empieza a orar, pues sabe que es la forma de hablar con Dios. A medida que se compromete más y experimenta la existencia del Altísimo, se le hace necesario ser más sincero con Él, y comienza un relacionamiento genuino con Dios.
Entonces, lleva adelante un cuidado diario de ese relacionamiento, y cuando comete una falta se arrepiente ante Él, busca Su perdón y Su ayuda para poder ser mejor. Y va llevando a la práctica lo que Le va enseñando, y cree en las promesas de su Padre Eterno. Aprende que si tiene un corazón sincero, si obedece, Dios es fiel.
La muerte y resurrección de Jesús para el cristiano es la garantía de la vida eterna, la certeza de que vivirá en la presencia de Dios, por lo que se va capacitando para cuando tenga que partir y entonces encontrarse con su Padre del Cielo y creador.
Resumiendo, el cristiano siempre se está preparando para la muerte, se va preparando para la otra vida, el cristiano quiere encontrarse un día con quien lo sacó de tinieblas a luz, con quien lo amó y le dio una nueva vida, con quien lo motivó en medio de las pruebas y diferentes luchas, con quien le dio una fuerza maravillosa y le cambió la visión de su vida en este mundo. Quiere encontrarse con ese ser indescriptible, que sabe que es el único Dios, que lo espera para vivir una vida mejor y por siempre.
Para el mundo la muerte es un tema muy, muy, difícil, es el final.
Pero para el hijo de Dios, no es así. El cristiano sabe que la muerte (física) es la separación de lo no material de lo físico, sabe que la muerte no tiene dominio sobre él, sabe que la muerte no lo separará del amor de Dios.
Cuando el cristiano se enfrenta a la muerte, lo hace con esperanza, tanto si se trata de la posibilidad de su propia muerte, por una grave enfermedad por ejemplo, o si se trata de la muerte de otra persona. Aunque le duela la ausencia de quien murió, tiene esperanza de la vida eterna.
Cada cristiano sabe que este mundo no es lo suyo, y cree que la muerte no es el fin y sí el comienzo del gozo.
Un cristiano sabe que si debe enfrentar personalmente la muerte Jesús lo estará esperando.
Los cristianos sabemos que la muerte no puede hacernos daño, y nos reconocemos y sentimos peregrinos en este mundo, sabemos que somos Embajadores de Cristo, y que lo pasamos a representar aquí cuando decidimos que Él dirijiese nuestra vida. Y pasamos a creer que morir es ganancia.
También cada cristiano sabe que Dios nos dio Su Santo Espíritu para consolarnos.
A diferencia de los no cristianos, la muerte -para nosotros- no tiene el poder de atormentarnos, ¿ por qué ? por lo que hizo Jesús en la cruz y lo que conquistó luego de ella, por lo que Él ha hecho 'por' y 'en' cada uno de nosotros.
Hoy te ha tocado ser Embajador/a de Cristo aquí, pero un día volverás a tu patria, a la que has representado.
Por todo ésto te digo que tenemos que tener siempre el 'pasaporte' al día. Tenemos que vivir cada día como si fuese el último. Tenemos que estar vigilantes, con el pasaporte, al día, en regla.
Te recuerdo que Jesús está y estará siempre contigo, conmigo, con nosotros. (Salmos 23:4).
Si te preparas no tendrás porqué temer. Nosotros, jamás estaremos solos.
Dios desea que no tengamos miedo de ese viaje, pero sí que temamos no estar prontos.
Él nos promete compañia en ese vuelo y una especial morada cuando arribemos a destino.
Cuando llegues allá habrá fiesta. Dios lo ha preparado todo para que cuando volvamos a nuestro verdadero hogar tengamos una linda bienvenida, y nos sintamos en casa por siempre.
Si estás con dudas o temor ...
No permitas que la idea de tu muerte te paralise, no permitas que la muerte de otra persona te petrifique.
Es normal sentir dolor por la ausencia de quien ha partido, vivir el luto, pero eso no puede extenderse por mucho tiempo ni puede detener tu vida pues Dios no lo quiere (¡ cuidado ! el enemigo de nuestras almas puede sacar ventaja de eso). Si estás viviendo una situación así buscá ayuda.
Si estás con dudas sobre lo que dice la Biblia sobre la muerte o si estás con temor leé la Palabra de Dios, también deberás cuidar cómo está tu fe, inclinate ante Dios y orá, ponete al día con Él, sincerate, pedile Su ayuda.  Él te oirá, "pedid y recibiréis".
Mirá hacia arriba, hacia el cielo, poné tus ojos en Dios de donde viene siempre la sabiduría, la guía, la fuerza, el socorro, el poder, la paz, el consuelo, ..., etc, etc.
No temas.     Paz.

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