Mi esposo y yo hemos pasado varias pruebas juntos, pero ellas fueron más llevaderas después que invitamos a Dios a gobernar nuestro relacionamiento y nuestra familia.
Ya no vivimos pruebas con tanta regularidad, y cuando enfrentamos alguna situación difícil nuestra actitud ya no es la misma. Sabemos que las situaciones complicadas vendrán pero tenemos la certeza de que no estamos solos, tenemos la seguridad de que contando con Él podemos vivir confiados.
Nuestro matrimonio está integrado por Dios y nosotros, la cabeza del hogar no somos los dos, Dios nos dirige y en nuestro matrimonio somos tres: Dios, mi esposo y yo.
Te diré que una fórmula diferente a ésta nunca nos funcionó, ya lo probamos antes, pero ahora nuestra pareja es mejor día a día. Somos felices y nos sentimos fortalecidos y el amor es nuestro principal código, un amor mucho más puro.
El causante de que nos sintamos tan próximos es Dios, a Él sea la gloria.
Los Cristianos creemos en un mismo Dios, en una misma Palabra, pero reconozco que el Cuerpo de Cristo también es diversificado. Respeto las "pequeñas" diferencias que nos hacen en algunas cosas distintos, que nos hacen cuestionarnos, crecer juntos, y fortalecernos en lo que creemos. A Dios le indigna la impiedad e injusticia, por lo que debemos estar vigilantes, arrepentirnos del mal, buscar Su perdón, y a aprender de Él. Dios es bueno.
martes, 15 de enero de 2013
¿ Tu esposo/a y tú han sido sabios ? ¿ Quién guarda tu matrimonio ?
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Familia,
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Si ya aceptaste a Jesús como tu Salvador
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