sábado, 24 de noviembre de 2012

Salmos 51:10.  
Biblia : Dios Habla Hoy (DHH).
10.   (12) Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!,
¡dame un espíritu nuevo y fiel!

Biblia : Reina Valera Contemporánea (RVC).
10.   Dios mío,
¡crea en mí un corazón limpio!
¡Renueva en mí un espíritu de rectitud!

Cuando sea necesario debemos pedirle a Dios que nos fortalezca ante las pruebas o tentaciones que se nos presenten para que podamos mantenernos íntegros, para que podamos vivir vidas sinceras ante Él.
Pero si hemos pecado, si hemos llevado adelante algo que desagrada a Dios, algo que es contrario a su voluntad, si hemos practicado lo opuesto a lo que establece Su Palabra debemos buscarlo y arrepentirnos sinceramente.
Dios quiere purificarnos pero ¿ reconocemos nuestras faltas al punto de sincerarnos con Él, arrepintiéndonos ?
Nuestro Padre del Cielo nos quiere ver  libres del mal, desea que le pertenezcamos por completo.
¿ Pero queremos vivir libremente, o no ?
Dios quiere limpiarnos, y puede limpiarnos, para que podamos experimentar una verdadera libertad y disfrutar, constantemente, Su presencia en nuestra vida.
Para eso debemos arrepentirnos cuando actuamos mal para que Dios nos limpie pues por Su gran misericordia Él nos perdona.
Nuestro Padre Eterno anhela renovarnos y -si es necesario- restaurarnos : siempre. Por Su misericordia, por Su amor, por Su bondad, etc, pero sobre todo, porque cuando se ve a un hijo éste debe remitir a la imagen de su padre.
Dios quiere que diariamente tengamos corazones sinceros para con Él,  espíritus puros, limpios, ajenos a las tinieblas .
Tenemos que renunciar al pecado si amamos a Dios.
No busquemos justificarnos, seamos sinceros con Dios cuando nos equivocamos, y con nosotros mismos, seamos humildes. Porque "... todo lo podemos EN Cristo que nos fortalece", sin Él nada somos.
Entonces, caminemos VERDADERAMENTE con Él.
Si realmente queremos estar en Su presencia debemos preocuparnos por tener un corazón limpio, un espíritu limpio y fiel.
Mateo 5:8.
Biblia : Nueva Versión Internacional (NVI).
8.   Dichosos los de corazón limpio,
porque ellos verán a Dios.


Si tu corazón no se encuentra limpio por algún motivo, buscá a Dios en Oración, mostrale tu arrepentimiento sincero, dejate ser lavado/a por tu Padre Eterno de esa forma amorosa y comprensiva que lo caracteriza, y enseguida podrás experimentar la paz, fuerza, la realidad de un espíritu renovado, disfrutarás la libertad y la alegría que quizás sin percibir ya no te acompañaban.

Día a día necesitamos cuidar nuestro corazón, oír al Espíritu Santo, analizar nuestro 'cuore' através de la Biblia, sincerarnos con Dios y pedirle que crée en nosotros un corazón limpio y fiel.
Glorias a Dios.

1 comentario: