sábado, 28 de enero de 2012

La Palabra de Dios: la Biblia. Una espada, un tesoro, una brújula, una linterna, pan, ...

Hola, te estaba esperando para seguir compartiendo ¡ temas divinos ! Ahora que quizás ya sos una nueva criatura porque has aceptado a Jesús como tu único y suficiente salvador -como hemos visto que así lo estipula la Biblia, no la religión- vamos a analizar otro tema importante: la Palabra de Dios.
Ya hemos tratado :  el hombre está separado de Dios, sobre la necesidad de hacer la oración para aceptar a Jesús como Salvador, del amor de Dios, de buscar a Dios así como estamos, sobre como el Evangelio es poderoso, y que la obra que Dios quiere hacer con nosotros la perfeccionará. Ahora . . .
La Palabra de Dios.
Por el poder de la Palabra de Dios fueron hechos los cielos.

Para Dios no hay nada que tenga más valor que Su Palabra. Y ¿Qué es la Palabra de Dios? es la Biblia, y su autor es Dios ( 1 Tesalonicenses 2:13.  2 Pedro 1:20,21 ). Ella nos guía, nos muestra qué está bien para Dios y que no. Por medio de ella Él nos evalúa. La Palabra divina también tiene autoridad y poder porque allí Él está presente.
¿Sabías tú que la Palabra de Dios se ha cumplido, se cumple y se cumplirá? (Isaías 55:11).

¿Sabías que la Biblia nos guía en todas las áreas de nuestra vida? nos guía -por ejemplo- en el área laboral, en el área familiar, social, etc, etc.





La Biblia es ¿como si fuera una brújula? Sí, efectivamente, es como una brújula. Por eso debemos leerla, meditarla, memorizarla. Si lo hacemos el Espíritu Santo por medio de ella podrá hablarnos y también usarnos para el bien de nuestro prójimo. Dios nos habla através de ella y nos marca la dirección correcta.
La Biblia debe ser nuestro pan diario.   ¿Pan diario?   Sí, porque así como alimentamos nuestro cuerpo debemos alimentar nuestro espíritu, para que él también esté fuerte. Físicamente existe la anemia, y espiritualmente también. Muchas personas no saben que tienen una formidable anemia espiritual.
Las personas que leen la Biblia y creen lo que ella afirma cambian. Ellas aumentan su fe (Romanos 10:17) y se hacen más fuertes.
La Palabra divina: crea, limpia, convierte y salva, aumenta la fe, es eficaz, nos vivifica (Hebreos 4:12), exhorta, sana, libra del mal, nos anima, direcciona, nos da fortaleza, nos alimenta, nos trae paz, restaura, da gozo, nos proporciona seguridad, nos capacita, renueva la mente, reprende al enemigo, libera, etc. (2 Timoteo 3:16, 17)
La Biblia es poder, en tus manos.


Ella siempre: te será útil, siempre te deliciará, será tu alimento, te transformará, te será necesaria, permanecerá, te dará gozo, iluminará tus pasos (Salmos 119:105), será pura, si meditas en ella te bendecirá, siempre tendrá un mensaje relevante, te perfeccionará. Ella nunca perderá vigencia.
La Biblia es una Palabra Viva pero tú deberás mantenerla viva en tu corazón. Tenelo presente, la Palabra de Dios más el accionar del Espíritu Santo trae como resultado: el éxito para tu vida.
He notado que muchas veces cuando me encontraba en una prueba la Palabra venía inmediatamente a mi mente trayendo consigo una fuerza inexplicable y poco común, pensando en esas situaciones concluí que el tiempo invertido en leer la Biblia regularmente me proporcionó eso. Como si hubiese acumulado una "provisión" para esas ocasiones. Recordá siempre que tu tiempo de lectura bíblica nunca será tiempo perdido.
Llena tu corazón con la Palabra, porque la boca habla de lo que el corazón está lleno ( Mateo 12:34 b ). Que por tu boca salgan versículos bíblicos para agradecer y alabar a Dios, para estar fuerte en tus momentos de pruebas o tentaciones y para direccionar, alentar, etc, a otras personas.
Lo sabio sería que la Palabra de Dios siempre fuese nuestro cimiento, que la Biblia fuera la base en que estaremos apoyados/as toda nuestra vida. Que ella ilumine tus pasos ¿como una linterna? Sí, como una linterna. Con ella podrás caminar con seguridad, sin ella no sabrás por donde ir y te perderás por el camino.
Será inevitable que llegues a amarla (Salmos 119:140) y desear leer y oír la Palabra todos los días.
Por eso estudiala, meditá lo que en ella leas, como si la estuvieras 'masticando y masticando' para luego recién tragarla ¿entendés lo que quiero decirte?
Siempre buscá en la Biblia respuestas de Dios, preguntate qué quiere decirte Dios cuando presenta un asunto en Su Palabra. Colocá la Palabra de Dios en primer lugar antes que tu palabra o voluntad.
La Biblia es mi tesoro más preciado.
La Biblia es nuestra espada (Efesios 6:17) y tendrás [y tendré] que usarla muchísimas veces. No salgas "desarmado/a", llevala contigo adonde quiera que vayas, para que te vaya bien. No me refiero a llevarla materialmente, a algunos lugares tendrás que llevarla solamente en tu corazón, en tu mente, por eso aprendela, memorizala. Empezá memorizando un versículo sobre cada área importante de la vida, por ejemplo.
La idea es hacer una entrada en el blog sobre algunos versículos que traten sobre la Palabra de Dios así podrás leerlos y elegir alguno para memorizártelo. Empezá a acumular tu depósito espiritual cuanto antes, leé la Biblia un poquito cada día, tu vida comenzará a cambiar más y más.  Hacelo para que te vaya bien (Deuteronomio 28:1-14).
Que la gloria sea para Dios por siempre.   Hasta la próxima.

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